Una seadas al día... quita de encima la melancolía!

domingo, 17 de enero de 2016

El verano pasado nos fuimos de vacaciones a Cerdeña... esta isla italiana suele quedar en el corazón de quien la visita tanto por sus aguas cristalinas como por su gastronomía! El postre que mas me gustó fue la Seadas, algo parecido a una empanadilla dulce, que después de comer como si no hubiera otra cosa comestible, me prometí intentar hacer. 

El ingrediente clave es el pecorino sardo fresco, un queso típico de la Cerdeña imposible de encontrar (por lo menos) en Pamplona! Así que la versión que os propongo está, como decir... españolizada! 



La masa:
  • 500gr de harina de trigo duro
  • 3 huevos tamaño L
  • 3 cucharadas de manteca de cerdo
  • 1/3 de taza de agua
  • 5gr de sal
  • aceite de girasol para freír
El relleno:
  • 500gr de queso tetilla (1 pieza de queso mas o menos)
  • cascara rallada de 1 naranja 
  • zumo de medio limón 
Para acompañar:
  • Miel y/o azúcar glas al gusto


Disponemos la harina y los huevos en un bol (1). Mezclamos con las manos. Debidos a la poca cantidad de liquido, la mezcla quedará bastante harinosa (2). Incorporamos las tres cucharadas de manteca de cerdo, una cucharada a la vez, mezclando hasta que se absorba completamente antes de añadir otra (3).


La mezcla final será homogénea y elástica. Hacemos una bola (4) que dejamos reposar en el bol tapándolo con papel film (5). En caso que haya, eliminamos la corteza y rallamos el queso en un bol (6). 


Añadimos el zumo del medio limón y la ralladura de la cascara de la naranjas (7). Amasamos con las manos hasta obtener una mezcla homogénea (8). Recuperamos la masa que dejamos a reposo y con la ayuda de un rodillo la extendemos en un plano de trabajo hasta obtener un espesor de 3mm (9). Con un cortador circular o, en su falta, una taza de 10cm de diámetro cortamos tantos disco cuantos podamos (9).


Cogemos un disco, disponemos en su centro una cucharadita de relleno (10) y  tapamos con otro disco presionando muy bien en los bordes con los dedos (11-12). Para que las seadas no se abran durante la cocción podemos untar los bordes con la clara de un huevo. 

 
En una sarten de 15cm de diámetro echamos un vaso y medio de aceite de girasol. Cuando el aceite esté muy caliente, freímos una seadas a la vez, ayudándonos con una cuchara para echar aceite en la parte mas alta (13) (como con un huevo frito!). Una vez dorada, sacamos la seadas del aceite y la dejamos, solo un momento, en un plato con papel absorbente (14). Las seadas deben comerse muy calientes para que el queso esté completamente fundido (15). 


Lo mejor es freírlas y comerlas en el momento. Podéis congelar tranquilamente las que no vayáis a comer. 
Y ahora llega lo mejor (y para algunos el dilema): mejor con miel o con azúcar? A mi gustan las dos formas, así que preparé unas de cada!!


Para los amantes de los quesos como yo son una absoluta delicia! Probadlas y contadme!
Espero que os gusten... hasta el próximo post!
CIAOOOOOO

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